El equipo de baloncesto Juventud Cartagena reúne a ilustres del baloncesto de la Región de Murcia, tales como Andrés Linares, Gustavo Pallarés, Jorge Lledó, Chema Albaladejo y Marcos Molina.
Todos ellos, jugadores destacados en equipos de la Región. Algunos como Lledó, llegó a disputar más de quinientos encuentros entre la segunda y tercera categoría del baloncesto nacional. Actualmente todos los nombrados anteriormente se han reencontrado en el AD Juventud-FC Cartagena, equipo que milita en la Primera Nacional, antesala de la Liga EBA.
Andrés Linares, de 49 años y tras haber tenido ocho intervenciones en sus piernas, continúa en actividad. Él ha sido el creador de este reencuentro de jugadores destacados. Entre ellos, Molina es el menor, con solo 30 años. El año anterior fue uno de los responsables del ascenso del Jairis, pero en este, por sus compromisos laborales, decidió bajar un nivel para poder seguir con su carrera. Gustavo Pallarés, quien jugó en la ACB con el Júver en la temporada 92-93 y luego estuvo en el Balneario de Archena, entre otros clubes, se ha unido a este proyecto, donde también ha sido recibido Chema Albaladejo, que se formó en la cantera del Real Madrid y luego jugó en EBA con el Cartagena y el Myrtia. Acompañándolos, un conjunto de jóvenes en nivel júnior y varios séniores de primer año, teniendo a César Michilot como su entrenador. Sus partidos se llevan a cabo en el pabellón Urban y hasta ahora han logrado una victoria y una derrota.
Teníamos plaza en Autonómica, pero después de reunir a este grupo de jugadores pedimos, a la Federación estar un peldaño más arriba, una categoría más acorde al equipo que tenemos. Como hubo alguna renuncia, nos dieron la plaza casi a última hora», dice Linares, quien ve con optimismo la fusión que se ha vivido en los clubes de la ciudad de Cartagena: «Deportivamente puede venir bien. Para tener cuatro clubes, lo mejor es hacer uno fuerte y poner el baloncesto de Cartagena, que siempre fue la referencia en la Región, donde merece. Así se pueden aglutinar los mejores jugadores de cada club de la ciudad», explica este empresario inmobiliario que afirma «tener la misma ilusión que el primer día», y que sigue teniendo en su cabeza la idea de jugar algún día en el mismo equipo que su hijo, aunque Linares Jr. se haya decantado por ser un buen portero de fútbol.